Los problemas dermatológicos son uno de los motivos más frecuentes de consulta en la práctica de un pediatra general. El conocimiento de las lesiones básicas de las patologías cutáneas es fundamental para su diagnóstico y tratamiento adecuados o la oportuna interconsulta.


La infección urinaria se ubica entre las infecciones más frecuentes en Pediatría.
Su adecuado diagnóstico y de tratamiento es de gran responsabilidad para el pediatra ya que en la mayoría de los casos es el primer signo de alerta a la presencia de malformaciones del árbol urinario cuya corrección podrá evitar el paso a la insuficiencia renal crónica.


La realización por parte del pediatra de un adecuado y completo examen ortopédico le permite reconocer los problemas prevalentes de acuerdo a la etapa evolutiva de su paciente, elegir los estudios complementarios más adecuados y orientar su tratamiento u oportuna interconsulta con el especialista.

Las Inmunodeficiencias Primarias son un grupo de enfermedades que resultan de una o más alteraciones del sistema inmune. Por lo general se presentan en edades tempranas por lo cual es el pediatra el responsable de sospecharlas y encaminar los primeros pasos diagnósticos. Un diagnóstico oportunamente precoz beneficiará directamente al paciente permitiendo ofrecer cuidados y tratamientos adecuados.


Los disturbios hidroelectrolíticos se producen en general en asociación con otra enfermedad, y el incesante progreso en el soporte vital y en el tratamiento de patologías graves genera nuevas entidades patológicas, donde no son infrecuentes estas alteraciones, provocadas tanto por la enfermedad cuanto por la terapéutica, originando problemas de difícil interpretación si no se los encara con un abordaje fisiopatológico.